Si tu profesión no te produce satisfacción ni enriquecimiento personal, o si llevas algún tiempo en desempleo, quizás haya llegado el momento de crear tu propia empresa…
A menudo escuchamos a personas a nuestro alrededor que manifiestan frustración o insatisfacción en relación con su puesto de trabajo. También algunas que, carentes de empleo, se lamentan acerca de las consecuencias de dicha inactividad. Pero, ¿y si le diéramos la vuelta a dichas situaciones y las entendiéramos como la oportunidad de oro para lanzarse a emprender?
Tener tu propia empresa, como ya te podrás imaginar, va asociado a tener mil y una tareas, ocupaciones y preocupaciones. Sin embargo, también es fuente de una enorme satisfacción, especialmente si la abordas desde el siguiente punto de partida:
– Desde el CORAZÓN, enfocándote en hacer algo que genuinamente te guste, una actividad, producto o servicio por los que sientes no sólo interés, sino verdadera pasión
– Desde la RAZÓN, partiendo de un plan de negocio sólido y contrastado, dejándote asesorar y apoyar por profesionales que cuiden de ti, y creando un equipo humano de excepción, que crean y se identifiquen con tu proyecto
– Desde la INTUICIÓN, prestando atención también a lo que nos dice la “barriga”, y confiando en eso que llaman “sexto sentido”
– Desde lo POSITIVO, sin permitir que el miedo al fracaso nos frene y creyéndonos que nuestra historia va a ser una marcada por el éxito y la prosperidad
– Desde la PERSEVERANCIA, sabiendo que para conseguir nuestros objetivos necesitamos trabajar de manera consecuente, posiblemente sin horarios establecidos, saltando mil y un obstáculos, y abordando los retos del camino
Teniendo en cuenta estos cinco puntos, la tarea de emprender se puede convertir en el detonante perfecto para un radical cambio de estilo de vida y en el comienzo de la materialización de un sueño. Por ello, desde González Abogados y Asesores y como propietarios de nuestro negocio, sólo podemos animarte a ser feliz emprendiendo.