Cómo calcular la rentabilidad de tu empresa

Eres el mejor cocinero del mundo, tienes un gusto exquisito para la ropa y la moda te apasiona, la jardinería es lo tuyo y siempre te han dicho que tienes un don especial para las plantas… Así que te lanzas a crear una empresa o darte de alta de autónomo y vivir haciendo aquello que te hace feliz… Pero aunque todo eso te haga feliz e ir a trabajar se traduzca en una sonrisa, hay algo que te trae de cabeza…¡Los números! Eso os pasa a más emprendedores de los que podéis imaginar. Es entonces cuando venís al despacho con esa cara de “no entiendo nada” y aunque nosotros estamos aquí para ayudarte y que te despreocupes de esa parte, hay cosas que debes saber y que te ayudarán a cómo calcular la rentabilidad de tu empresa. Eso es lo que te vamos a explicar.

La mayoría de pequeños empresarios calculan la viabilidad de su empresa en función de los beneficios que obtiene. Sin embargo, es importante calcular también la rentabilidad de la empresa ya que, a pesar de que pueda parecer lo contrario, beneficio y rentabilidad no son lo mismo.

Beneficio y rentabilidad no son lo mismo

Cuando hablamos de beneficios muchos hacen la cuenta de la abuela en un cálculo claro en el que a los ingresos le restan los gastos. Es una resta sencilla y puede parecer un buen indicador para saber si la empresa cumple sus objetivos a corto plazo. Sin embargo, lo que muchos no tienen en cuenta es que para saber si un negocio será viable a largo plazo debemos analizar cómo de rentable es, ya que un negocio puede obtener beneficios pero no ser muy rentable. ¿Te parece lioso? Bueno, vamos entonces paso a paso.

Cómo calcular la rentabilidad de tu empresa

¿Qué es la rentabilidad?

Parece difícil, pero en realidad es muy sencillo. Resumiendo, la rentabilidad analiza la relación que existe entre lo que inviertes o gastas cada mes y el beneficio que obtienes en torno a ello. Este análisis podría decirte cuán rentable es tu empresa ya que dos empresas podrían obtener el mismo beneficio pero no ser igual de rentable; todo depende de cuánto dinero te cueste ese beneficio. Te ponemos un ejemplo práctico:

La rentabilidad de una empresa se calcula dividiendo el beneficio (B) entre los ingresos (I) y multiplicándolo por 100 (ya que se da en porcentajes) es decir: B:I x 100

Empresa 1: Ingresos (3.000€) – Gastos (1.000€): Beneficios (2.000€)

Empresa 2: Ingresos (26.000) – Gastos (24.000) Beneficios (2.000€)

***

Rentabilidad Empresa 1: [B (2.000€) / I (3.000€)] x 100 = 66.6% de rentabilidad

Rentabilidad Empresa 2: [B (2.000€) / I (26.000)] x 100 = 7.69% de rentabilidad

Como ves, mientras que la Empresa 1 es muy rentable, la Empresa 2 apenas tiene rentabilidad. Las dos obtienen beneficios, sí, pero a largo plazo la Empresa 1 ofrecerá mayor crecimiento y podrá afrontar mejor las crisis, por ejemplo.

Además, calculando la rentabilidad puedes aprender mucho de tu negocio ya que podrás saber cosas como qué es lo que te supone un mayor gasto o qué productos son los que te aportan mayores ingresos y esto, a la hora de tener que hacer modificaciones o de optimizar tu empresa, puede ser de gran ayuda.

Calcular ingresos y gastos

Una vez que ya sabes por qué es importante calcularla, debes saber cómo calcularla correctamente. Y es que un error muy común es calcular los gastos de forma errónea ya que no se tienen en cuenta todo lo que se debería. Por eso, vamos a analizar uno a uno los factores que influyen en esta fórmula.

Nota: Un consejo es que utilices algún programa de contabilidad o gestión, o en incluso podrías gestionarlo con un programa tipo Excel. En el caso de que tu empresa no sea muy grande y prefieras hacerlo a mano, lo hagas a través de un sistema de tablas. Así los números se verán ordenados y reducirás las probabilidades de equivocarte en los cálculos.

1.- Ventas

Primero, vamos a hablar de los ingresos que obtiene tu empresa al comercializar tus productos o tus servicios, en definitiva, el dinero que entra. Tendrás que calcular cuántos productos o servicios vendes y multiplicarlos por precio que tiene cada uno. Por ahora no deberás tener en cuenta los impuestos ligados a estos productos, únicamente el dinero neto que te proporcionan. Si tienes varios productos (P) o servicios (S) con diferentes precios (€), tendrás que hacer el cálculo por separado y sumarlos para obtener el total.

Tendrás que calcular esto mes a mes ya que probablemente cada mes obtendrás un volumen de ventas diferente. De forma que cuando lo hagas durante un año podrás ver cuantos ingresos has tenido de forma anual. Un ejemplo mensual:

Productos o Servicios Cantidad vendida Precio Total
P1 3.000 25 75.000 €
P2 5.500 35 192.500 €
Total mensual: 267.500 €

 

2.- Coste de ventas y margen bruto de tu empresa

Una vez sabes todo lo que has ingresado, debes comenzar a calcular los gastos que tiene tu empresa de forma mensual. Y debes empezar calculando el coste de ventas para poder obtener el margen bruto.

Para que tú obtengas esas ventas, has tenido previamente que hacer un gasto necesario para que esas ventas se produzcan. Es el valor que costó producir determinado producto o servicio. Este coste puede ser desde las materias primas (si tu empresa ofrece productos físicos) hasta el capital humano (en el caso de que tu empresa ofrezca servicios).

Una vez hayas calculado de nuevo mes a mes cuál ha sido tu coste de ventas podrás obtener el margen bruto de tu empresa. Este indica el dinero que te queda de las ventas cuando le restas lo que te han costado dichas ventas.

3.- Coste humano

Aunque es posible que esta parte ya esté incluida en el coste de ventas, muchas veces las empresas tienen más trabajadores a parte de los implicados en ellas. Y por supuesto, si eres autónomo tienes que asignarte un salario. Tu tiempo y tu trabajo valen dinero y eso debe reflejarse también en la rentabilidad de tu empresa, ya que si no lo tienes en cuenta puede que tu empresa no sea tan rentable como piensas.

Añade a este apartado la cuota que pagas mensualmente por ser autónomo y el coste que te suponen los empleados que puedas tener – que no hayas incluido ya en el coste de ventas –  y no olvides que ese coste no es solo el salario que les pagas a ellos sino el coste total que tienen para la empresa (IRPF, seguridad social, etc).

Cómo calcular la rentabilidad de tu empresa

4.- Costes generales

Cualquier empresa tiene una serie de costes generales que se pagan todos o casi todos los meses y que incluyen el resto de gastos que puedas tener como pueden ser alquileres, publicidad, material de oficina, seguros, prestamos financieros, transportes, etc. Deberás sumarlos todos, de nuevo mes a mes.

Recuerda que para calcular los gastos generales debes incluir los impuestos que derivan de los mismos. Por ejemplo, si tu empresa utiliza transportes, en el apartado de transportes deberás incluir los impuestos por transporte procedentes.

5.- Gastos de amortización

Los gastos de amortización son todos aquellos relacionados con las inversiones que hayas hecho para tu negocio. Por ejemplo, puede que para que tu empresa funcione hayas tenido que comprar un ordenador y muebles para la oficina. Estas suelen suponer un gasto extra elevado que no tienes todos los meses pero que debes amortizar mes a mes. Veámoslo con números:

Ordenador 900 €
Muebles oficina 2.000 €
Total inversión 2.900 €

 

Para que este gasto no suponga un problema, deberás amortizarlo mes a mes hasta que la inversión se recupere por completo. Para ello deberás establecer en cuánto tiempo puedes amortizarlo, en función a los coeficientes de amortización que establece para ello la norma contable y la Agencia Tributaria. Si tomamos como ejemplo, 2 años, para la amortización deberás dividir la inversión total entre los años que quieres tardar en recuperarlo y entre los meses que tiene cada año. Es decir: (2.900:2): 12 = 120,83€. Es decir que tus gastos de amortización serán 120,83€ por mes.

6.- Gastos financieros

Estos gastos son todos aquellos relacionados con los préstamos, acciones o deudas que tengas dentro de tu empresa. Deberás incluir mes a mes, por ejemplo, cuanto pagas de intereses al banco por los préstamos que tienes, pero solo deberás añadir el porcentaje que pagues de intereses, no la cuota del préstamo.

Calcular la rentabilidad de mi empresa

Una vez que ya tienes todos los apartados calculados ya podrás saber cuál es el resultado bruto de tu empresa:

Beneficio bruto = Margen Bruto – Coste humano – costes generales – gastos de amortización – gastos financieros

Una vez que tengas este beneficio debes tener en cuenta que en España se pagan impuestos en función de los ingresos que tengas como entidad jurídica. De esta forma a ese beneficio deberás restarle la cantidad que debas en función de la Renta, si eres autónomo, o el Impuesto de sociedades en el caso de las empresas. De forma que:

Beneficios Netos = Beneficio Bruto – Impuestos.

Una vez que tienes todos estos factores ya sabrás cuál es tu gasto total anual y cuál es tu beneficio bruto anual. Aplica la fórmula que has leído al principio [(Beneficios : Ingresos) x 100] añadiendo tu beneficio bruto y tus ingresos y obtendrás el porcentaje de rentabilidad que tiene tu empresa.

Si aún así no lo tienes claro, o no sabes de dónde sacar el tiempo para tanto cálculo, llámanos y nosotros nos encargaremos. Aunque te pueda parecer complicado de entender, de gastronomía, moda o plantas, sabemos lo preciso, pero estar al lado de autónomos y empresarios para ayudarles a gestionar sus empresas con claridad es lo que nos apasiona.

 

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